ESTAS POESÍAS ESTÁN RECOLLIDAS TAL E COMO CHEGARON NA ENQUISA, POR ESTA RAZÓN ESTÁN EN GALEGO E EN CASTELÁN.
En un cestito de flores,
metí la mano y saqué,
él corazón de mi amiga que jamás olvidaré.
Sus flores están benditas,
nacieron predestinadas,
y a la Virgencita,
habrán de ser consagradas.
Mes de mayo mes de mayo,
el gozo de la pradera,
el más bonito del año,
el rey de la primavera.
De tinta pongo sangre,
de tintero el corazón,
de tus manos vida mía,
espero contestación.
Érase una vez un sabio, que tan pobre y mísero estaba decía, habrá otro tan pobre y mísero que yo, y cuando el rostro volvió, halló la respuesta viendo que otro sabio cogiendo las hierbas que otro arrojó.
Yo que soy tan pequeñita,
tengo tan poquita voz,
grito con toda mi alma,
viva la madre de Dios.
Yo planté una clavelina,
para la Virgen María,
y la regaba
todos los días.
Con diez cañones por banda
viento en popa a toda vela,
no corta el mar sino vuela,
un velero bergantín.
Este vaise e aquel vaise,
e todos todos se van,
galicia sin homes quedas
que te poidan traballar.
Tes en cambio orfos e orfas
de campos de soledad
e mais non teñen fillos
e fillos que non ten pais.
E tes corazóns que sufren
longas ausencias mortais,
viuvas de vivos e mortos,
que ninguén consolará.
O trece de maio a Virxe María,
baixou dos ceos a Cova de Ira.
Viña miña nai rezando,
a os pés da Virxe María,
era unha santa escoitando
o que outra santa decía.
Adeus ríos, adeus fontes de Rosalía.
Aquí yace el caballero bien molido y mal andante
aquí llevo rocinante por uno y otro sendero.
Sancho Panza el majadero yace también junto a el escudero
el más fiel que vio el trato de escudero.
Luna, lunera cascabelera,
debajo de la cama,
tienes la cena.
Como es la primera vez,
que vengo a tus plantas Madre,
vengo llena de vergüenza,
y tienes que perdonarme.
Te vengo a traer flores madre,
que ayer tarde las cojí,
con afán te las buscaba,
por traertelas a tí.
¿Te gustan Virgen María?
non son buenas, ya lo se,
viniendo otro año,
mejor te las haré.
Cinco pollitos tiene mi tía,
uno canta, otro pía
y tres tocan la sinfonía.
Oh madre mía, madre mía,
oh consuelo del mortal,
ampárame y guíame
a la patria celestial.
Entre dúas paredes brancas,
hai unha flor amarela,
que se pode presentar
ante o Rey de Sevilla.
Ya que de la esperanza,
para la vida mía,
triste y descolorido
ha llegado el ocaso,
a mi rorada oscura,
desmantelada y fría,
tornemos paso a paso,
porque con su alegría
no aumente mi amargura,
la blanca luz del día.
Como soy tan pequeñita
y tengo tan poquita voz
grito con toda mi alma
viva la madre de Dios.
Ai cataplín, cataplín con candela,
alza para arriba por la chinela.
De azul de los cielos porque en las alturas sacias mis antojos,
me basta mirar tus pupilas y tienes el cielo en los ojos.
Dichoso es el mes
que empieza con Santos
y termina con San Andrés.
Quién subiera tan alto como la luna,
para ver las estrellas una por una,
y elegir entre todas, la más bonita,
para alumbrar el cuarto de la abuelita.
En una copa de oro,
metí la mano y saqué,
el corazón de mi madre,
que nunca la olvidaré.
Mes de mayo, mes de mayo,
el gozo de la pradera,
el más bonito del año,
el rey de la primavera.
Quixera miña naiciña darche na cara un biquiño,
para demostrarche o cariño co meu corazón che ten,
pero son tan pequeniña que aínda que me estire ben,
non chego a esa cariña que é máis bonita que o Edén.
Mayo florido, lleno de rosas
hay viene San Juan que las trae más hermosas.
Volvieron las oscuras golondrinas,
en tu balcón sus nidos cuelgan,
y otra vez con el ala a sus cristales jugando llamarán.
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